Una Amistad Verdadera
- Angely Morales
- 10 ene 2020
- 2 Min. de lectura
La amistad es una forma de querer a los demás, implica un acto de generosidad hacia otro y necesita que este sentimiento sea recíproco.

Podemos decir que la verdadera amistad lleva al desarrollo de las virtudes, que son aquellos actos buenos en la conducta del hombre, que se convierten en hábitos que van concretándose con el diario vivir.
Aunque en la vida real hay mucha gente falsa e hipócrita, todos tenemos al menos un amigo verdadero, franco y sincero, en el que podemos confiar completamente y con el que podemos contar de forma incondicional. El que tenga varios de ellos es todo un afortunado.
La amistad lleva a la sinceridad, generosidad, lealtad y respeto con el amigo. Hace que la persona sea más amable y capaz de amar a los demás; se produce obligatoriamente una mejora mutua y continua.
La amistad resiste la prueba del tiempo. Podemos dejar de ver un amigo por muchos meses o años y cuando nos reencontramos lo queremos y recibimos igual, conservamos la confianza como si no hubiera pasado el tiempo.
La amistad resiste las dificultades. Los amigos se apoyan frente a las dificultades, aquí se pone a prueba la generosidad, lealtad y sinceridad; pues el verdadero amigo se sacrificará e intentará ayudar, corregirá y aconsejará ante los errores o las decisiones importantes, siempre lo acompañará en su problema. Como lo quiere y lo respeta tratará de darle buen ejemplo con su conducta personal.
La amistad se educa desde pequeños en la convivencia diaria en el hogar y en la relación con los compañeros de escuela o colegio.
Se madura en la amistad viviendo en el hogar un clima de confianza, donde se escuche, comprenda y hable con los hijos. Hay que mostrar sinceridad también en el interés que pongan en las actividades de sus hijos, se puede lograr participando de sus cosas personales, compartiendo una actividad cultural o deportiva; ellos deben sentir que sus padres se interesan verdaderamente, y los hijos deben aprenden a apreciarlo.
Comments